El post que nos trae hoy nuestra colaboradora Rebeca de Torres definitivamente está hecho a mi medida. Una Malamadre sueña con abrir un par de latas y solucionar la cena… Y como Rebeca quiere que encima quedemos bien, ha preparado varias recetas sencillas y muy fáciles para que lo demos todos en los ‘fogones’ estas vacaciones. Esto si que es nivel experto… ¡Abrir y listo!
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Si cocinar te parece una lata, y más con este calorazo, traigo la solución: abre la lata y ‘cocina’ recetas en 5-10 minutos, sin apenas usar ‘fuego’ y come platos ricos y saludables. Que no, que no es imposible. Sólo hace falta un poco de imaginación y un buen fondo de despensa. Toma nota, que este post te va a salvar de más de una este verano.
Aunque los productos frescos (verduras, frutas, pescado, carne y huevos) son la base de nuestra alimentación, las conservas pueden ayudarnos a completar nuestra dieta. La principal ventaja es que podemos tenerlas en la despensa para el momento en que nos hagan falta, sin miedo a que se estropeen, ya que su caducidad suele ser bastante prolongada.
En esto, como en todo, la calidad marcará en buena medida el resultado final del plato. Así que, como suelo decir: compra las mejores conservas que te puedas permitir.
Si buscas unos aperitivos o entrantes resultones, aquí van tres ideas. Para servir unas clásicas gildas o banderillas, basta con trinchar en un palito de brocheta una aceituna sin hueso, una piparra partida en dos, una anchoa y otra aceituna. Sólo te queda abrir una lata de cerveza bien fría o servir una copa de vino. ¿Quieres más detalles sobre cómo hacer gildas?
En un nivel de dificultad similar al anterior, están los canapés de alcachofas con anchoas. Prepara unas tostadas, una caja de queso de untar, una lata de pimientos del piquillo, otra de anchoas y un bote de minialcachofas. Unta el queso en el pan, cubre con el pimiento y la alcachofa con la anchoa enrollada. Si quieres, puedes ver el paso a paso.
Los mejillones a la vinagreta son otro clásico que se puede hacer en un visto y no visto. No necesitas ir a la pescadería, ni limpiar las conchas, ni hacer los mejillones al vapor: abre una lata de mejillones al natural, pica en trocitos pimiento rojo, verde, cebolla y tomate, mezcla y aliña con sal, vinagre, aceite y una pizca de pimentón. Para darle un toque más real, puedes guardar unas conchas de mejillón (o pedirle a tu madre que te las guarde) y servirlos en ellas
Las conservas del mar son tan variadas, que ofrecen muchas posibilidades. Por ejemplo, con unos lomos de pescado y una lata de pimientos asados, podemos preparar una ensalada de pimientos con melva o con ventresca. Sólo hay que colocar y aliñar. Puedes venirte arriba y añadir unos trocitos de cebolleta. Mira qué fácil es la receta.
Los clásicos cogollos con anchoas son muy sencillos de preparar: se parten al medio (o en cuartos si son muy grandes), se aliñan y se cubren con pimiento rojo y anchoas. Si tienes dudas, pincha para ver la receta paso a paso.
Si quieres algo más contundente, puedes preparar un sándwich o un bocadillo de guacamole con sardinillas: unta el pan con guacamole (si no quieres hacer guacamole casero, lo venden en la zona de refrigerados del súper), pon tomate y cebolla en trocitos y coloca las sardinillas encima. ¿Alguna duda? Aquí puedes ver cómo se hace.
Pero cuando hablamos de conservas no me refiero sólo a las latas ‘marineras’, los tarros de verduras pueden ser un salvavidas: judías verdes, cardo o guisantes (que en realidad son legumbre) sólo necesitan unos taquitos de jamón y un paso fugaz por la sartén para convertirse en primer plato. Si a esos guisantes, a unas setas o a unas habas con jamón les añadimos un huevo cuando estén ya hechos, apagamos el fuego y esperamos a que esté apenas cuajado, tenemos la cena solucionada. Mira la receta paso a paso.
No hace falta que os diga que abrir un tarro de espárragos blancos puede elevarnos al cielo como chefs si los escurrimos muy bien, los enrollamos con una loncha de salmón ahumado o jamón serrano, los acompañamos con huevo duro y pepinillos muy picados y los aliñamos con mayonesa o una vinagreta. Si pones el huevo a cocer mientras preparas la mesa (en 8 minutos estará en su punto), tardarás 3 minutos en ‘cocinar’ estos espárragos con picadillo. ¿No tienes salmón ni jamón? No importa, sírvelo sin ellos.
Más sencillo aún: escurre un tarro de judías verdes, añade un tomate en trozos (si lo pelas, mejor) y mezcla con una cucharada de mayonesa. Tendrás una rica ensalada de verano. Puedes completarla con atún al natural o con trocitos de jamón de york o fiambre de pollo, por ejemplo.
Precisamente la pechuga de pollo en conserva es uno de mis últimos salvavidas para las cenas. La hay en latas, igual que el atún: al natural y en aceite. Puedes preparar un wrap de pollo en 2 minutos: unta mayonesa con una pizca de mostaza sobre la tortilla de trigo, añade hojas verdes (lechuga, canónigos, escarola, rúcula…), pon el pollo bien escurrido y unos trocitos de frutos secos. Enrolla y ¡listo!
Para hacer una ensalada de pollo también es genial. Pon una base de hojas verdes, unos tomates cherry (no necesitas ni partirlos), queso (fresco o curado), frutos secos, aguacate en dados y la pechuga escurrida. Aliña como prefieras: vinagreta, mayonesa, salsa césar… Puedes ver cómo se prepara.
Y otra forma de tomar carne en conserva es mediante los frascos de caza en escabeche. Ésta es una receta de celebración porque el precio es menos asequible. Puedes preparar una ensalada de perdiz o codorniz con una base de lechuga de roble, rodajas de tomate, trocitos de cebolla y pechuga de perdiz en escabeche o patitas de codorniz. Aprovecha el propio caldo del escabeche para aliñar la ensalada, poniendo algo de sal y un buen aceite de oliva.
Hasta en los postres podemos jugar de algún modo con las conservas. Puedes preparar unas tartaletas de frutas super rápidas comprando las tartaletas, untando mermelada (o crema de chocolate) y añadiendo trozos de melocotón, piña o fresas en almíbar o en su jugo.
La clásica tarta de la abuela podemos hacerla en versión fácil: alterna capas de galletas humedecidas en leche con capas de natillas y de natillas de chocolate compradas. Más sencillo, imposible. Aquí puedes ver el paso a paso de una versión algo más sofisticada.
Los vasitos dulces también son muy socorridos. Echa en el fondo de los vasos migas de galleta, bizcocho, magdalena, cereales del desayuno o copos de avena. Mezcla un yogur griego con 2 cucharadas de queso de untar y un poquito de azúcar y echa sobre las migas. Cubre con tu mermelada favorita (el de la foto lleva dulce de membrillo) y, si quieres, pon frutos secos por encima.
Y tú, ¿vas a dar la lata este verano? Enséñanos las fotos de tus platos más latosos en redes sociales, ya sabes que nos encanta que las compartas con nosotras. ¡Feliz verano, malamadre!
Antes de irnos…
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